El coeficiente intelectual está determinado por factores estructurales que no se pueden modificar, como el volumen intercraneal.
El concepto de brain fitness pretende establecer hábitos de vida cerebro-saludables entrenando el control del estrés, la neuronutrición y el ejercicio físico.
Es importante asimilar que, al igual que entrenamos y cuidamos de nuestro cuerpo para mejorar nuestra calidad de vida y prevenir enfermedades, trabajar nuestra mente puede que no impida que desarrollemos Alzheimer, pero sí que preservemos un mayor número de habilidades cognitivas.