Durante mucho tiempo, la hipocondría ha sido una de las condiciones clínicas más incomprendidas pero en los últimos años se ha producido un aumento en el interés por este trastorno. Las actitudes y miedos de carácter hipocondríaco son bastante comunes, aunque la prevalencia de la hipocondría como un trastorno primario no es tan elevada. Habría que destacar los notables prejuicios que comporta a la persona que lo padece como sufrimiento emocional, peligros derivados de la repetición innecesaria de exploraciones diagnósticas de riesgo, toma excesiva de medicación con sus correspondientes efectos secundarios y el deterioro del ámbito familiar y laboral.
La hipocondría ( DSM-IV ) la definiríamos como la preocupación por el miedo a tener, o la idea de que uno tiene, una enfermedad grave que se basa en la interpretación errónea que hace la persona de los síntomas corporales. La preocupación persiste a pesar de la evaluación y explicación médica apropiada. Este trastorno tiene un aspecto característico y es su gran resistencia al cambio.El paciente suele ser reacio al tratamiento e incluso se puede producir un incremento de los síntomas durante el proceso terapéutico. El tratamiento médico estaría contraindicado ya que aumenta los efectos secundarios, produciéndose una confirmación encubierta de la creencia de enfermedad no aportando estrategias para el manejo del problema. Si le brindamos al paciente un tratamiento médico le estamos confirmando sus dolencias y reafirmando sus creencias erróneas, depositando el control de la enfermedad fuera del paciente y no es ésto precisamente lo que buscamos.
La hipocondría se asemejan a los trastornos de ansiedad ya que pueden presentar elevados niveles de ansiedad y conductas de evitación.También son frecuentes las conductas de tipo compulsivo como la observación y comprobación continua del estado corporal y la búsqueda constante de información que alivie sus miedos. En ocasiones, las explicaciones tranquilizadoras que proporciona el médico producen, inicialmente, una disminución transitoria de los síntomas de ansiedad, aconteciendo más tarde un aumento de la preocupación y del impulso a repetir la consulta médica.
La característica más importante de la hipocondría es la INTERPRETACIÓN ERRÓNEA de los síntomas físicos no patológicos como señal de enfermedad orgánica grave y tiene su inicio en las experiencias previas relacionadas con la enfermedad vivenciada por el sujeto ( salkovskis 1989, Warwick 1989 )
Contenido redactado por el Dr. Luis Alonso Echagüe, psicólogo en Córdoba especialista en psicología clínica, deportiva, infantil/juvenil y neuroterapias.