IMPULSIVIDAD - Psicologo Córdoba Luis Alonso Echagüe 21/10/2017

¿QUÉ ES LA IMPULSIVIDAD?

La impulsividad es un rasgo de personalidad que se puede manifestar con intensidad, llegando a crear verdaderos problemas en la convivencia. La impulsividad se está manifestando en niños cada vez más pequeños, lo que podemos atribuirlo, en parte, al estilo de vida de los padres, ambos trabajan fuera de casa, en otros casos se debe, a una falta de estrategias o conocimientos por parte de los padres que se ven desbordados y no saben cómo hacerle frente al problema.
A veces es necesario buscar ayuda profesional.

En ocasiones la impulsividad puede tratarse de una falta de control simplemente, pudiendo hablar de inmadurez en la Función Ejecutiva de Control Inhibitorio y Control de Impulsos. En otras ocasiones viene acompañada de hiperactividad (TDAH predominio hiperactivo impulsivo), en otras también puede hacerlo con déficit de atención, (TDAH mixto).

Todo esto puede llevar a problemas de aprendizaje, conductas disruptivas y, en el futuro, conductas agresivas o delictivas.
Algunas características de los niños impulsivos son las siguientes:

  • Primero lo hace y luego lo piensa.
  • Contesta antes de que se le termine de hacer la pregunta.
  • Presenta dificultades para esperar su turno en los juegos.
  • Tiene mal perder.
  • Suele interrumpir a los demás.
  • Muestra baja tolerancia a la frustración.
  • Poco autocontrol.
  • Desobediencia, negativismo.
  • Es consciente de su problema pero no puede controlarlo y recae en lo mismo.
  • Puede llevar a cabo actividades peligrosas sin valorar sus consecuencias.
  • En los más pequeños se dan fuertes rabietas incontroladas.

Desde la neurobiología, podríamos definir la impulsividad como un estado de activación neurobiológica o déficit de control inhibitorio. Esta activación supone la liberación de una serie de sustancias internas como neurotransmisores u hormonas, que preparan al cuerpo para una reacción motriz inmediata. Esta energía contenida debe de salir y lo hace habitualmente, en función de la edad, en forma de rabietas, gritos… dando lugar a conflictos. Generalmente los niños con TDAH o, tan solo, con síntomas de impulsividad, tienen antecedentes familiares de primer grado que manifestaron o manifiestan el mismo problema. Por tanto, la vía genética o herencia determina cierta predisposición a manifestar los síntomas en hijos de padres también con caracteres fuertes, impulsivos o con poca tolerancia a la frustración.

La impulsividad, a parte de poder ser heredada, también puede deberse a una manifestación cognitiva y conductual que puede venir propiciada por el entorno. Podemos hacer una diferenciación entre impulsividad primaria, entendiendo ésta como la que estuvo presente desde el momento de nacer el niño, siendo la que suele tener un componente genético más evidente; e impulsividad secundaria, que aparece o se potencia en un momento dado del desarrollo normalmente asociado a factores de inestabilidad afectiva, cambios imprevistos, traumas, separaciones,etc.
La peor parte aparece cuando es un niño genéticamente predispuesto para ser impulsivo a la vez que tiene un entorno poco favorecedor.

En conclusión, hay niños que presentan series dificultades para reprimir sus impulsos y esto les conlleva numerosos conflictos tanto en el ámbito familiar como en el escolar.
Si este es su caso, le podemos ayudar.