La actividad eléctrica de nuestro cerebro, al igual que la de nuestro corazón , se mide en frecuencias. Es fácil comprender que cuando estamos sentados tranquilamente viendo una película o manteniendo una charla agradable con algún amig@ nuestro corazón tiene una frecuencia lenta. Si por el contrario, estamos paseando a un ritmo rápido, esa frecuencia aumentará y si la actividad que realizamos es un esfuerzo físico muy importante, dicha frecuencia será muy alta igualmente.
Con nuestro cerebro ocurre lo mismo. No tendremos la misma frecuencia si estamos durmiendo que estudiando o atrapados en un pensamiento obsesivo. De la misma forma que entendemos que no podríamos dormir con un corazón que late muy rápido, tampoco podremos estar tranquilos o relajados o concentrados cuando estamos atrapados en un pensamiento recurrente u obsesivo.
El pensamiento obsesivo es la forma en la que percibimos de manera incómoda y a veces limitante , que nuestro cerebro “ está demasiado rápido “ y por ello con poca o mejor dicho NINGUNA capacidad de resolver el problema que nos tiene atrapados.
Cuando llevamos a cabo la conducta de dormir hablamos de que nuestro cerebro está en ACTIVIDAD BAJA. Si estamos concentrados, atentos, con capacidad de resolver problemas hablaríamos de un cerebro con ACTIVIDAD MEDIA. Y si no paramos de darle vuelta a las cosas, llevamos todo el día con el mismo pensamiento sin haber solucionado nada entonces hablaríamos de ACTIVIDADD ALTA.
El pensamiento obsesivo es el que por su morfología y línea de razonamiento no tiene ninguna posibilidad de resolver el problema que estás tratando de solventar, como dijo Albert Einstein “ la línea de pensamiento que te mete en un problema no tiene ninguna posibilidad de sacarte de él”.
El NEUROFEEDBACK es una técnica que nos permite, de forma consciente y voluntaria, cambiar las ondas cerebrales que nos llevan a tener ese tipo de pensamientos.
Mediante la monitorización de las ondas cerebrales a través de la colocación de electrodos en nuestra cabeza ( al igual que podemos observar la actividad de nuestro corazón mediante la colocación de electrodos en nuestro pecho sin que sea una técnica dolorosa , invasiva o molesta ) podemos observar en tiempo real, para poder aprender a cambiar, la frecuencia de dichas ondas y así mediante un entrenamiento poder frecuentar LA ACTIVIDAD MEDIA y abandonar la ACTIVIDAD ALTA. Nuestro cerebro es muy plástico y tiene la facilidad de cambiar siempre que el aprendizaje se haga de manera sistemática; puedo ser poco hábil el primer día que toco un violín pero será la práctica diaria la que me lleve a convertirlo en un proceso automático.
Esta técnica de biofeedback o retroalimentación electroencefalográfica nos permite que mediante estimulación audio-visual y de forma muy motivadora ( juegos digitales, videojuegos, ..) la persona aprenda a moldear la actividad eléctrica de su cerebro y de este modo poder gestionar de manera más óptima el malestar que generan los pensamientos obsesivos.
Contenido redactado por el Dr. Luis Alonso Echagüe, psicólogo en Córdoba especialista en psicología clínica, deportiva, infantil/juvenil y neuroterapias.